El almacenamiento de semillas debe realizarse tan pronto como alcancen el punto de maduración fisiológica, cuando empiecen a perder gradualmente su vitalidad, porque el contenido de agua al llegar a ese punto es demasiado alto para la cosecha y la trilla. Las semillas deben permanecer en el campo hasta que sus condiciones intrínsecas, así como las condiciones ambientales, sean apropiadas para la cosecha.
Si las condiciones de almacenamiento de las semillas, después de ser envasadas, no son adecuadas, todo el trabajo y el dinero invertido en la producción será en vano. Porque deben tener al menos un 80% de germinación después de ser procesadas, manipuladas y almacenadas, entre una temporada de producción y otra.
En otras palabras, el objetivo principal del almacenamiento de semillas es mantener la calidad, desde el momento de la maduración fisiológica hasta que se siembran, porque no hay forma de mejorar su calidad. Y el mejor momento para enfriar las semillas es después del procesamiento, cuando se empaca.
¿Cuáles son los tipos de almacenamiento de semillas
Semillas comerciales: El almacenamiento de semillas comerciales debe hacerse de 6 a 8 meses, desde la cosecha hasta la siembra. Deben almacenarse con un contenido de agua de alrededor del 13% y el objetivo básico es la conservación.
Poblaciones reguladoras: En este caso, el rigor ambiental debe ser mayor, el período debe ser de uno a dos años y el contenido de agua recomendado es del 10%.
Semillas básicas: El tiempo de almacenamiento de semillas básicas es mayor y dependerá de la especie y el origen. El ambiente en este caso necesita tener un control adecuado de la humedad y la temperatura. Es necesario preservar la viabilidad y la identidad genética.
Semillas en bancos de germoplasma: El propósito de los bancos de germoplasma es también preservar la identidad genética de la especie, manteniendo la viabilidad el mayor tiempo posible. Se debe tener mucho cuidado con las temperaturas bajas y la humedad relativa, que debe ser de 5ºC y de 20 a 40% de humedad.
Con respecto a la vida útil de cada especie y al período de almacenamiento, pueden dividirse en tres grupos:
Semillas de vida corta, que son microbiológicas: Viven menos de tres años, incluso si se almacenan correctamente. Entre ellos se encuentran el cacao en grano, los árboles de caucho, el café, la caña de azúcar, el mango y la jabuticaba.
Las semillas de la vida media, que son las mesobióticas: Esta especie vive de tres a quince años. Son semillas de plantas cultivadas.
Semillas de larga vida, que son macrobióticas: Los macrobióticos viven quince años o más. Entre ellas se encuentran las semillas de algunas plantas silvestres y legumbres.
Cómo se conservan las semillas, en términos de clima
La conservación adecuada de las semillas puede lograrse de dos maneras, ya sea en lugares donde las condiciones climáticas son favorables para la especie o en un ambiente con aire acondicionado. En un entorno con condiciones favorables, sólo es necesario el secado, por lo que los costes son menores. Basta con mantenerlos protegidos de las variaciones climáticas. Sin embargo, si las condiciones ambientales no son favorables para la semilla, se necesita un lugar aclimatado para su conservación.
Existen cinco formas de almacenar las semillas, en tul, silos, cámaras frigoríficas, cámaras secas o cámaras secas y frías. Entender cómo funciona cada uno:
Tulhas: Los tules se utilizan para conservar grandes cantidades de semillas en cortos períodos de tiempo. Deben instalarse en lugares secos y bien ventilados para evitar que la temperatura y la humedad aumenten en el interior. Son instalaciones sencillas, se pueden dividir en compartimentos de igual capacidad y en ellos se almacenan semillas de diferentes contenidos de agua. El techo debe ser perfecto, y para evitar la humedad el piso debe estar aislado del suelo y debe tener un buen revestimiento interno.
Silos: Al igual que los tulhas, los silos también se utilizan para conservar grandes cantidades de semillas durante un corto período de tiempo. También deben instalarse en lugares secos y ventilados para que la humedad no afecte a su interior. Sin embargo, los silos son más sofisticados que los tulhas, son más caros y pueden ser de mampostería, metal o plástico. Además, los silos pueden incluir sistemas de ventilación.
Cámaras frigoríficas: Las semillas que necesitan ser almacenadas por períodos más largos son almacenadas en cámaras frigoríficas o refrigeradores domésticos. La temperatura habitual en este caso es de 4ºC. Este tipo de almacenamiento tiene un mayor costo de instalación, y a pesar de ello, tienen una humedad relativa alta, lo que aumenta la cantidad de agua en las semillas, y cuando son retiradas de las cámaras, pierden su poder germinativo.
Cámaras secas: Este tipo de almacenamiento se utiliza para la conservación de materiales más valiosos o para trabajos de investigación, porque cuando se utiliza con fines comerciales , el costo se vuelve muy alto. Las cámaras secas tienen baja humedad relativa y los disecantes utilizados son el gel de sílice y la alúmina.
Cámaras frías y secas: Al igual que las cámaras secas, las cámaras secas y frías también se utilizan para almacenar materiales más valiosos. Es la conexión entre las cámaras frías y secas, por lo que es un tipo de instalación más costosa.
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