Como ya se sabe, el refrigerante es responsable del intercambio de calor entre el ambiente interno y externo en los sistemas de aire acondicionado y refrigeración. Por esta razón, el origen y la calidad del producto son esenciales para el rendimiento del equipo y también para la seguridad de los profesionales y usuarios.
Sin embargo, hay muchos casos de comercialización de fluidos de dudosa procedencia y calidad, tanto en Brasil como en otros países. Los refrigerantes falsificados y/o adulterados son responsables de la mayoría de los problemas causados en los compresores, el aumento de presión y la baja eficiencia de los equipos.
Además, a menudo son responsables del aumento del consumo de energía y de los daños en los sistemas de aire acondicionado y refrigeración.
Según los especialistas, muchos han sido los casos de fluidos contaminados que se encuentran en el mercado son la causa de accidentes que han provocado la muerte de profesionales del sector de la climatización.
Problemas mayores causados por refrigerantes adulterados
– Explosión o quema del compresor;
– Bloqueo y deterioro del compresor;
– Bloqueo y deterioro de los componentes del sistema;
– Corrosión acelerada en el aluminio del anillo de cortocircuito del rotor y otros elementos.
Cómo evitar fluidos falsificados o manipulados
Los fabricantes tradicionales recomiendan que para garantizar la seguridad de un refrigerante, es imprescindible comprobar en la etiqueta si el producto es adecuado para la aplicación que se va a realizar, prestando atención a las características y composición, así como a la ausencia de defectos o fugas en los cilindros o daños en el sello y las etiquetas.
También es importante verificar el origen y comprobar todos los datos del fabricante, como el nombre, la dirección, el número de teléfono y el lote de productos. Recuerde que toda esta información debe ser escrita tanto en la caja en la que se almacena el producto, como en el propio cilindro.
Los refrigerantes deben ser comprados en compañías tradicionales y el precio muy atractivo puede ser una señal de peligro, ¡cuidado!