Saber cuál es la temperatura ideal para usar el aire acondicionado es la primera duda que nos suele surgir nada más que instalamos nuestro equipo de aire acondicionado. Sin embargo, lo típico, ante esta duda, es poner el equipo al máximo tanto en invierno como en verano (16º C en verano y 30º C en invierno).
En este post analizaremos por qué no poner la temperatura al mínimo o máximo, y cuál es la configuración ideal para tener unos parámetros de confort óptimos en verano e invierno.
Temperatura extrema = Más consumo de energía
La gente suele pensar que si hace calor, es mejor llegar y encender el aire acondicionado al menos a 17ºC, porque se «enfriará» más rápido. Esto no es del todo cierto, y tiene un alto costo energético.
Si la temperatura ambiente es cercana a 30ºC, por ejemplo, el motor tendrá que trabajar duro para superar la diferencia de 13ºC y mantener esta temperatura, todo este esfuerzo se mide en consumo de energía y se verá reflejado en el precio de la factura energética.
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En invierno no es diferente, la gente llega de la calle, donde hace mucho frío, y enciende los aparatos a la temperatura más alta. La lógica es la misma, el aire acondicionado trabajará con mucho más esfuerzo para llegar y mantener esa temperatura.
Además, estos extremos acaban con la humedad del aire en ambientes cerrados donde los aires acondicionados usualmente permanecen, lo cual es muy malo para aquellos que tienen las típicas alergias del invierno.
Si quieres más información sobre este apartado, te recomendamos que leas: Cómo funciona un aire acondicionado.
Temperatura ideal en invierno y en verano
Por lo tanto, hay una temperatura ideal en las diferentes estaciones, aunque lo recomendable es 23ºC, tanto en invierno como en verano (frío o calor), la más cómoda para el cuerpo. Pero la indicación no descarta pequeñas variaciones en este rango.
Por lo tanto, en invierno, los técnicos indican que el dispositivo esté a 22ºC. Hay que tener en cuenta que en invierno usamos más ropa para abrigarnos que en verano, por lo que esta temperatura puede ser incluso elevada, todo es cuestión de probar.
En verano es lo mismo, pero se indica alrededor de 25ºC, porque cuanto menor es la diferencia entre la temperatura natural y la temperatura climatizada, menor es el funcionamiento del aire acondicionado y menor es el consumo de energía. Y el rango de 22ºC – 25ºC se encuentra en el promedio indicado que garantiza el confort tanto en el hogar como en el trabajo.
Algunas precauciones importantes
Este rango de temperatura tiene otro beneficio: mantiene la humedad del aire, preservando la salud de todos. Por cierto, es importante que la ventilación del aparato no caiga directamente sobre nadie, ya que el aire caliente o frío del aparato provoca sequedad de las mucosas y contribuye a agravar las alergias.
Una precaución final, que debe ser mantenida en cualquier estación, es la limpieza y mantenimiento del equipo. En invierno, en particular, hay mucha más humedad en los ambientes cerrados, lo que facilita la proliferación de hongos y bacterias en los filtros del aire acondicionado, que son perjudiciales para la salud de las personas que respiran en el interior de las habitaciones climatizadas por estos aparatos.
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