Un aparato de aire acondicionado es aquel mecanismo destinado a controlar los parámetros ambientales que condicionan el estado de confort.
Por tanto, un aparato de aire acondicionado debe controlar:
A. Temperatura.
B. Velocidad del aire.
C. Humedad relativa.
D. Limpieza del aire.
Básicamente, los sistemas de aire acondicionado son de dos tipos, en función del lugar donde se van a situar:
- Aire acondicionado doméstico: (Vivienda, pequeño local, etc.).
- Aire acondicionado industrial: (Gran almacén, fábrica, etc.).
Todos los aparatos domésticos controlan de forma directa la temperatura, la velocidad y la limpieza del aire, e influyen en la humedad relativa del aire deshumidificando el ambiente.
Comúnmente por aire acondicionado se entiende la producción de aire frío, pero eso no es correcto ya que el aire acondicionado deberá ser frío o caliente dependiendo de la época del año y de las necesidades correspondientes. Comercialmente, sin embargo, la compra de este tipo de sistemas viene motivada por la obtención de frío (para el verano), y por tanto el estudio lo generalizaremos en este sentido. La terminología aceptada para los dos posibles sistemas es:
- Frío en verano: Aire acondicionado.
- Frío en verano y calor en invierno: Aire acondicionado con bomba de calor.
A) Temperatura
La temperatura es una medida del nivel de calor de los cuerpos. Pero ¿Qué es el calor y el frío?
El calor es una forma de energía, que se produce de forma natural a partir de un fenómeno químico denominado combustión.
El frío, sin embargo, no es algo que se produce de forma natural y podríamos definirlo como la ausencia de calor. Este concepto es muy importante porque como se verá, para producir frío (aparatos de aire acondicionado), lo que haremos será quitar calor y sacarlo fuera de alguna manera. La diferencia entre el calor o el frío y la temperatura, es que el calor es una característica del cuerpo, mientras que la temperatura es una medida de la sensación fisiológica que nos produce.
Pensemos en el siguiente ejemplo:
- Calentamos dos recipientes de agua, uno de 5 litros y otro de 1 litro, durante 5 minutos, con dos fuentes de calor idénticas: 10 kcal/m. Si introducimos un termómetro en cada recipiente, al final de este tiempo el termómetro introducido en el recipiente pequeño marca una temperatura más alta. Y sin embargo, dicho recipiente no contiene más calor que el de 5 litros.
Para medir la temperatura existen varias escalas. La más usada es la Celsius o centígrada y que mide la temperatura en grados centígrados. Existen otras como son la escala Kelvin (utilizada por los científicos), y la escala Fahrenheit (países anglosajones).
En la escala Fahrenheit, la temperatura a la que se congela el agua se define como 32°F e hierve a 212° F. La relación entre escalas está dada por la siguiente fórmula: °F= (9/5) °C + 32.
Las temperaturas interiores recomendadas como de confort dependen de la época del año. Así:
- Invierno 19 a 22°C
- Verano 23 a 28 °C
B) Humedad relativa del aire
El aire que nos rodea contiene siempre una cierta cantidad de agua. La humedad relativa se define como la relación que existe entre el vapor del agua que posee y el máximo que podría tener (para cada temperatura). Se da en %.
Ejemplo:
- Si nos dicen que la humedad relativa del aire es del 80% y estamos a 30°C esto significa que todavía admitiría un 20% más de vapor de agua. Si la temperatura sube disminuye la humedad y si baja sube la humedad.
La humedad relativa del aire adecuada para un estado de confort es independiente de la época del año y está alrededor del 50%. El siguiente cuadro nos muestra la temperatura y humedad relativa aconsejadas, dependiendo de la utilización del local.
- Viviendas: 24°C y 50% HR.
- Oficinas y despachos: 24°C y 50% HR.
- Bancos, salas de fiesta: 23°C y 50% HR.
- Tiendas, bancos, bares, etc. previstos para estancias de 15 a 45 minutos: 25°C y 40-50% HR.
- Cines y teatros: 24°C y 50-55% HR.
- Restaurantes: 24°C y 50% HR.
- Tem. interiores nocturnas: 23°C y 50% HR.
Si la humedad relativa se sitúa por debajo de esas cantidades la sensación que tendremos será de reseco. Si por el contrario es muy alta, puede ser perjudicial para la salud.
C) Velocidad del aire
Volvamos a recordar ese aire acondicionado natural que es la sombra del pino en verano 🙂 . Uno de los factores de confort y placer es sin duda que a la sombra la envuelva una suave brisa, compañera ideal de la siesta. Pero una brisa suave, porque en el momento en que el aire sea fuerte empezará a ser molesto. Y viceversa, si no hay nada de aire, no se facilita la renovación del aire caliente que está en contacto con nuestra piel y la sensación será de calor.
Vemos pues que la velocidad del aire es también un factor a tener en cuenta en la búsqueda del confort.
La velocidad del aire (al nivel que nos interesa) se mide en metros por segundo (m/s), y no en los km. /h. a los que estamos habituados, cuando se habla de velocidad en general.
La siguiente tabla nos da una aproximación de la velocidad del aire adecuada para el confort, dependiendo de la época del año
Invierno:
- Velocidad de menos de 0,1 m / s molesto
- Velocidad entre 0,1 y 1,2 m/s AGRADABLE Velocidad mayor de 2 m/s MOLESTA
Verano:
- Velocidad de menos de 0,2 m / s molesto
- Velocidad entre 0,2 y 0,55 m/s AGRADABLE
- Velocidad entre 0,55 y 1,2 m/s AGRADABLE PARA POCO RATO
- Velocidad superior a 1,1 m/s DESAGRADABLE
D) Limpieza del aire
Imaginemos un club de moda el viernes a las 12 de la noche sin climatizar. El ambiente se podría catalogar de irrespirable debido a los olores y humos que se van acumulando, siendo difícil de soportar incluso durante estancias breves.
Aunque este es un caso extremo que no se va a dar en una vivienda en condiciones normales, cualquier local o habitación necesita tener un aire suficientemente limpio para que consideremos que estamos en la situación de confort. En el intento, pues, de conseguir un local debidamente acondicionado, se deberá tener en cuenta que el aire que se introduce esté adecuadamente filtrado, dado que un ser humano respira aproximadamente 15 kg. de aire cada día. La limpieza del aire se hace por tanto necesaria debido principalmente a que:
- El aire, una vez respirado, disminuye una cantidad de oxígeno y aumenta el anhídrido carbónico.
- Por causa de la transpiración, se producen olores.
- En locales con varias personas, se acumulan humos por causa del taba¬co.
- Gramíneas y pólenes para las personas alérgicas son perjudiciales y van en suspensión en el aire
Todos los sistemas de aire acondicionado disponen de un filtro para el aire, este requiere un mantenimiento y es muy importante que se realice adecuadamente para evitar posibles averías.
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