El compresor es una de las partes fundamentales del aire acondicionado. Y como se encuentra fuera de la habitación, dentro del condensador, es más difícil para el usuario identificar cuándo comienzan a aparecer los problemas.
El compresor dañado hace que el evaporador empiece a liberar aire caliente en lugar de aire frío, el aire acondicionado deja de congelarse, las facturas de energía eléctrica aumentan, entre otras cosas. Entonces el cliente llama y dice “mi aire acondicionado está en problemas.
Y mucha gente piensa que cuando el aire acondicionado deja de funcionar, es por falta de gas. Bueno, la mayoría de las veces lo es. Pero la falta de gas, o incluso el exceso, puede resultar en problemas mayores en el compresor, si no se resuelven inmediatamente. Por lo tanto, no sirve de nada reemplazar el gas.
Cómo saber si el problema está en el compresor
Especialmente si eres un principiante en el sector, cuando acudes a un cliente que ha solicitado asistencia técnica, es habitual que te plantees algunas preguntas sobre el origen del problema de la climatización. Incluso si la primera impresión es que el problema está en el compresor, antes es necesario realizar algunos procedimientos.
Para ello, se debe comprobar la capacitancia. No debe ser inferior al valor nominal. Además, se deben llevar a cabo pruebas básicas para determinar la tensión y la corriente. Y el equipo utilizado para estas pruebas es un multímetro o una pinza amperimétrica.
Si detecta que la capacitancia es correcta, la tensión es inferior a la norma local y la corriente es superior a la corriente nominal, entonces el problema está incluso en el compresor del equipo de aire acondicionado.
Síntomas de un compresor dañado
- La factura de la luz ha aumentado mucho;
- El aire acondicionado ha dejado de enfriar la habitación;
- El aire comenzó a salir caliente del evaporador en lugar de frío;
- El condensador (unidad exterior) empezó a hacer un ruido extraño o más ruido de lo normal.
- Se para y tarda en arrancar.