Hoy hablaremos de la Prueba de Fugas, algo esencial para el buen funcionamiento del sistema de aire acondicionado, teniendo en cuenta que «fugas» significa comprobar si algo está perdiendo, es decir: sin fugas. Por lo tanto, la idea es entender la necesidad de realizar esta prueba en las tuberías de gas y cómo se realiza.
Para empezar, vale la pena recordar que el propósito de la prueba de fugas en estas tuberías es examinar el sistema para asegurarse de que no hay fugas de gas, especialmente porque, si esto sucede, los problemas van más allá de la pérdida financiera con la ejecución de las reparaciones.
Las fugas en una habitación de hotel pequeña, por ejemplo, que funciona con equipos de alta potencia, son extremadamente peligrosas. Debido a que es más denso que el aire, el gas se concentrará en la parte inferior del ambiente. Si el ocupante está dormido, no notará que la cantidad de oxígeno está disminuyendo y puede terminar asfixiado.
Por lo tanto, la tubería que transporta el gas refrigerante necesita una atención redoblada, ya que está sujeta a presiones mucho más altas. Esta característica, combinada con el uso de tubos de cobre con paredes más pequeñas y el alto número de puntos de soldadura, hace que las fugas de gas ocurran con más frecuencia que las fugas de agua, por ejemplo, de ahí la importancia de realizar la prueba de fugas. Antes de hablar sobre cómo realizar esta prueba, veamos cuáles son las causas de este problema:
Principales causas de fuga de gas del aire acondicionado
Hay diferentes defectos en el sistema que pueden causar fugas. Entre los más comunes se encuentra la fatiga de las tuberías, resultado de un aumento inesperado de la presión (por encima de la capacidad soportada) y, finalmente, la rotura de las tuberías.
La falta de mantenimiento en el aire acondicionado es también un potencial para crear puntos de fuga, con la ausencia de intercambio de gases o el uso de fluidos de dudosa calidad. Vale la pena recordar que la limpieza inadecuada es otro factor de riesgo, ya que permite la presencia de impurezas en el interior del equipo y la suciedad bloquea las tuberías.
Finalmente, las fallas en la etapa de ejecución también influyen en la aparición de problemas. Por ejemplo, una soldadura mal realizada tendrá microporos, y con el tiempo estas pequeñas aberturas se expandirán.
Ahora que es posible entender las principales causas de las fugas, es el momento de hablar de la Prueba de Fugas, utilizada precisamente para detectar este problema. Vámonos de aquí:
Prueba de fuga: cómo hacerlo
Después de la instalación del dispositivo, es esencial realizar una prueba de presión en las líneas de cobre. Se recomienda que el ensayo se realice con nitrógeno a la máxima presión. 300 PSI en convencional y máx. 600 PSI en sistemas VRF, siguiendo dos pasos (primario y secundario) para asegurar que el sistema no tenga fugas en el futuro.
E Precaución: En las pruebas de fugas, especialmente en sistemas VRF – donde se utilizan presiones de hasta 600 PSI – el uso de válvulas reguladoras de presión en la salida de los cilindros de nitrógeno es esencial. Es común encontrar mangueras conectadas directamente a la salida del cilindro o con los colectores de la válvula de regulación rotos, y esto es bastante problemático porque ofrece grandes riesgos y puede causar accidentes mortales.
Prueba primaria
En la prueba primaria sólo se presurizan las líneas de cobre, como se muestra en las imágenes de abajo (la primera en Split y la segunda en el sistema VRF). Los puntos a comprobar son las soldaduras, si las hubiera. Ver:
Prueba secundaria
En la prueba secundaria se presuriza todo el sistema, recomendándose la estanqueidad durante 24 horas. Los puntos a comprobar son las conexiones, bridas y bobinas de las unidades internas y externas, en caso de oscilación de la presión del colector. Ver:
También es importante recordar que la prueba de fugas en sistemas VRF no puede exceder las 24 horas, considerando la posibilidad de que el nitrógeno migre al sistema.
ATENCIÓN: El nitrógeno puede fluctuar su presión en función de la temperatura exterior, lo que a menudo conduce a una percepción errónea de que hay una fuga. Por lo tanto, preste atención a la siguiente fórmula de corrección, y cuando termine el proceso de presurización, anote la temperatura externa y la presión registrada en el sistema.
La presión del nitrógeno varía 1.45 PSI con cada grado de temperatura Celsius.
Ejemplo:
Temperatura externa en el momento de la carga: 24 ºC
Carga de nitrógeno: 600 PSI
24 horas después
Temperatura Externa: 22 ºC (diferencia de 2 ºC desde el momento de la carga)
Carga de nitrógeno = 600 PSI – (2 x 1.45) = 597 PSI OK ¡Sin fugas!
Si la presión es inferior a 597 PSI, compruebe las soldaduras y las conexiones.
Encontrar los puntos de fuga
Un gran error en este proceso es simplemente repostar el gas y no preocuparse por buscar puntos de fuga. Esta práctica, además de generar pérdidas económicas, causa problemas para el medio ambiente. Después de todo, el gas refrigerante es perjudicial para la capa de ozono. Por lo tanto, tenga en cuenta y sepa que el ensayo de fugas debe ser realizado correctamente, es decir, por un profesional técnico cualificado que comprenda su importancia.
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