El etiquetado energético para calefacción es una normativa que tiene como objetivo informar al consumidor sobre el consumo energético y las emisiones de CO2 de los equipos de calefacción. Esta normativa clasifica los equipos de calefacción en diferentes categorías, desde la más eficiente (A+++) hasta la menos eficiente (G), lo que permite al consumidor tomar una decisión de compra informada y consciente. El etiquetado energético para calefacción es una herramienta clave en la lucha contra el cambio climático y la reducción de la huella de carbono.
¿Cuándo es obligatorio el certificado energetico?
El certificado energético es un documento que indica la eficiencia energética de un edificio o vivienda. Este certificado es obligatorio en España desde el año 2013, según la normativa que regula la certificación energética de edificios existentes.
El certificado energético es necesario en cualquier transacción inmobiliaria en la que se venda o alquile una vivienda o un local. Además, también es obligatorio en otros casos, como por ejemplo, cuando se solicita una ayuda o subvención pública para la rehabilitación de un edificio.
El certificado energético tiene una validez de 10 años y debe ser realizado por un técnico certificado que evalúa el consumo energético del edificio o vivienda y emite una calificación energética que va desde la letra A (más eficiente) hasta la letra G (menos eficiente).
Esta calificación energética se basa en diferentes factores, como la orientación del edificio, el aislamiento térmico, la eficiencia de los sistemas de climatización y calefacción, entre otros.
Es importante destacar que el certificado energético no solo es obligatorio, sino que también es una herramienta muy útil para conocer el consumo energético de una vivienda o edificio y poder tomar medidas para reducir ese consumo y, por tanto, ahorrar en la factura de la luz y contribuir a la lucha contra el cambio climático.
Es importante realizar este certificado para conocer la eficiencia energética de nuestro hogar y tomar medidas para reducir el consumo energético y ahorrar en la factura de la luz.
¿Qué Reglamento regula las etiquetas correspondientes a las certificaciones energéticas?
El etiquetado energético es un sistema que permite informar al consumidor sobre el consumo energético de un producto o servicio. En el caso de la calefacción, este etiquetado se regula por el Reglamento Delegado (UE) 2017/254, que establece las normas para la etiqueta energética de los aparatos de calefacción y producción de agua caliente sanitaria.
Este reglamento establece que todos los aparatos de calefacción y producción de agua caliente sanitaria deben llevar una etiqueta energética que indique su eficiencia energética. La etiqueta debe ser clara y fácilmente comprensible, y debe incluir información sobre el consumo energético, la potencia, el rendimiento energético y otras características relevantes.
Además, la etiqueta debe incluir información sobre las emisiones de gases contaminantes, como el dióxido de carbono y los óxidos de nitrógeno. Esta información es importante para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas sobre el impacto ambiental de su elección de calefacción.
El Reglamento Delegado (UE) 2017/254 también establece que los fabricantes y distribuidores deben proporcionar información detallada sobre el consumo energético y las emisiones de sus productos. Esta información debe estar disponible en los catálogos y folletos que se proporcionan a los clientes, y en los sitios web de los fabricantes y distribuidores.
Este reglamento establece normas para la etiqueta energética, la información que debe incluir y la información que los fabricantes y distribuidores deben proporcionar a los consumidores.
¿Qué electrodomésticos tienen la obligación de llevar etiquetas energéticas?
El etiquetado energético es una herramienta fundamental en la actualidad para ayudar a los consumidores a elegir los electrodomésticos que más se ajusten a sus necesidades y a su presupuesto, pero ¿qué electrodomésticos tienen la obligación de llevar etiquetas energéticas?
Según la normativa vigente, todos los electrodomésticos que consuman energía eléctrica están obligados a llevar una etiqueta energética. Esto incluye desde los electrodomésticos más comunes como neveras, lavadoras, lavavajillas o secadoras, hasta otros menos conocidos como los aires acondicionados, los calentadores de agua o las calderas.
La etiqueta energética de un electrodoméstico indica su eficiencia energética, es decir, la cantidad de energía que consume en relación a su rendimiento. Esta información se presenta de forma gráfica y con una escala de colores que va desde la letra A (más eficiente) hasta la letra G (menos eficiente).
Es importante destacar que, además de la obligación de llevar etiquetas energéticas, los fabricantes tienen la responsabilidad de informar a los consumidores sobre el consumo de energía de sus productos, por lo que en la mayoría de los casos también se incluye una ficha técnica con información detallada sobre el consumo de energía y las características del electrodoméstico.
Además, no dudes en solicitar información adicional al fabricante o al vendedor para asegurarte de que estás haciendo la mejor elección.
¿Qué productos deben llevar la nueva etiqueta energética?
La nueva normativa de Etiquetado Energético para Calefacción entra en vigor el 26 de septiembre de 2015. Esta normativa establece que todos los productos que consuman energía para su funcionamiento deberán llevar la nueva etiqueta energética.
Entre los productos que deben llevar la nueva etiqueta energética se encuentran:
- Calderas de calefacción
- Bombas de calor
- Aparatos de aire acondicionado
- Termos eléctricos
- Radiadores eléctricos
- Sistemas de climatización
Además, la normativa establece que todos los productos que ya llevan la etiqueta energética deberán ser actualizados a la nueva etiqueta energética. Esto significa que, si tienes un producto que lleva la etiqueta energética antigua, deberás actualizarla a la nueva etiqueta energética para cumplir con la nueva normativa.
La nueva etiqueta energética se divide en siete clases energéticas, desde la clase A+++ (más eficiente) hasta la clase D (menos eficiente). La etiqueta también incluye información sobre el consumo de energía, el nivel de ruido y las emisiones de CO2 del producto.
Actualiza tus productos y asegúrate de que llevan la nueva etiqueta energética para ahorrar energía y reducir tu factura energética.
